Es fácil comprar elogios, pero más fácil aún criticar.
Es fácil recibir elogios, pero también es fácil enfrentar la culpa. Definir la culpa en el lugar de trabajo implica regañar o reprochar, lo opuesto a elogiar o felicitar. En términos coloquiales, uno podría considerar que “lavarse el cabello” es una metáfora para lavar la culpa sin caducidad.
Reconociendo que ninguno de nosotros es infalible, pueden ocurrir errores o acciones que no estén alineadas con las expectativas gerenciales. En tales casos, el gerente cumple un papel crucial al aclarar las expectativas y brindar orientación para el comportamiento futuro.
Gestionar la “culpa”
- Tome acción inmediata: Abordar rápidamente las conductas negativas para evitar que se agraven. El momento de la respuesta es crucial para la eficacia. Cuanto más breve sea el tiempo entre la conducta negativa y la reprimenda, más eficaz será el mensaje.
- Verifique los hechos; evite rumores: Asegúrese de que la culpa esté basada en hechos verificados y no en rumores o suposiciones.
- Centrarse en los hechos y los errores, no en las personas: Dirija la discusión hacia el error o comportamiento específico, evitando ataques personales.
- Comunique claramente el error: Expresar con precisión lo que salió mal, proporcionando claridad para una mejor comprensión.
- Expresa tus sentimientos: Comparte las emociones que genera el comportamiento, como enojo, decepción o malestar.
- Tómate una pausa: Permita un momento de silencio para comunicar la decepción y darle tiempo al individuo para internalizar sus sentimientos.
Después de la discusión
- Animar a la persona culpada: Proporcionar refuerzo positivo y estímulo para fomentar la mejora.
- Reconocer el valor de la persona: Recuerde a cada individuo su valor y sus contribuciones.
- Ofrecer el apoyo necesario: Asegúrese de que la persona tenga el apoyo necesario para realizar su trabajo con eficacia.
La importancia de gestionar la culpa: la mala conducta requiere una intervención inmediata. Sin una señal negativa inmediata, la persona puede percibir una aprobación silenciosa. Una gestión eficaz de la culpa es inevitable y exige una acción rápida.
Errores a evitar
- Hablar con los miembros del equipo sólo cuando cometen un error: Fomentar la comunicación regular para crear un ambiente de trabajo positivo.
- Esperar que las cosas se hagan sólo a su manera: Fomentar la flexibilidad y la creatividad dentro del equipo.
- Cómo evitar la humillación pública: Abordar los problemas de forma privada, ofreciendo comentarios constructivos para el crecimiento y la mejora.